Dejar de dar pecho al bebé y prolongar o acortar la lactancia es una decisión que depende de varios factores. De cualquier manera, el proceso de destete debe responder a ciertas consideraciones y hay algunas cosas que no debes hacer jamás, por lesivas o contraproducentes.
Puedes tener la necesidad de retomar tu horario de trabajo porque se acabó la baja. También puede haber motivos relacionados con la salud, ya sea la tuya o la del bebé. O quizás, simplemente, estimas que es el momento adecuado por la edad del niño.
¿Cómo debe ser el proceso de destete?
Según la Organización Mundial de la Salud el niño debe recibir lactancia materna de forma exclusiva hasta los 6 meses, y combinada con otros alimentos hasta que cumpla los 2 años de edad. Estas son las consideraciones nutricionales, pero ya sabes que la lactancia no es solo alimentación.
La importancia de la lactancia
Tu niño no solo busca el pecho cuando tiene la necesidad física de comer. También te necesita como fuente de calor y de afecto. El entorno conocido, la temperatura, el latido cardíaco y el regazo son un refugio el que se siente seguro. Se calma en tu compañía, recibe besos, cariño y caricias, y se relaja. Por ello es un factor para un desarrollo emocional sano de tu bebé.
Pasos en el destete
El proceso para iniciar al bebé en la separación de la lactancia debe ser progresivo. Comienza cuando le proporcionas el primer alimento distinto a la leche materna, a los 6 meses de edad, que puede ser una papilla, un biberón o un puré de fruta.

Luego se prolongará en un período variable, que puede llegar hasta los dos años. En esta etapa coexistirán dentro de la nutrición del niño la lactancia materna, la leche de fórmula y el alimento sólido complementario.
1. Espaciar las tomas
La manera de que el bebé no sufra es que el desarrollo de esta situación sea gradual. Las tomas de pecho pueden empezar a saltarse o espaciarse. Esto no quiere decir que, si por ejemplo, esta tarde no mamó por estar con el padre, mañana por la tarde no vaya a retomar la toma vespertina.
Si has observado que, de entre las tomas del día, hay una o varias en las que el niño muestra algo de desgana, esas son las que debes ir eliminando. Esta disminución en la frecuencia también hará que paulatinamente vaya mermando tu producción de leche.
2. No ofrecer el pecho
Cuando llegue el momento de comer, dale algún alimento o el biberón, no le ofrezcas el pecho. Trata de que acepte lo nuevo y se vaya habituando sin forzar la situación. Esto no quiere decir negárselo, como veremos a continuación.
3. No negar
Si el niño llora o se enfada porque quiere mamar, hay que dejarle hacerlo. Recuerda que la idea es no causarle ansiedad, y la negación súbita de aquello a lo que está acostumbrado la crea. Además, puede aparecer un círculo vicioso en el cual reclama precisamente lo que se le niega, y con más fuerza.
4. Que coma con otra persona
Que el padre, un abuelo o una persona que sea emocionalmente cercana le dé el alimento en algunos momentos ayuda a que el niño se olvide del pecho. Esto es gracias a que no lo relaciona con nadie distinto a su madre. Así este nexo se va diluyendo poco a poco.
5. La etapa final
Llegará un momento en que el niño pasará tres o cuatro días sin tomar el pecho, luego una noche lo querrá de nuevo y puede retomarlo brevemente por unos días. Estos ciclos pueden repetirse hasta el cese definitivo de la lactancia.
Lo que no debes hacer
Puedes recibir algunos consejos de amistades o recomendaciones de algún familiar que sean, en realidad, perjudiciales. No ayudan a finalizar la lactancia de una forma atraumática y progresiva, sino que logran todo lo contrario. A continuación te comentamos algunos de ellos.
1. Dejar al bebé con otra persona por unos días
Esto es altamente lesivo, y no debe hacerse a menos que exista una razón insoslayable. En este caso es preferible continuar con la lactancia y no forzar que haya terminado antes del lapso de la separación.
Un distanciamiento temporal es muy doloroso para el niño y dañino para su psique, y más si encima se le priva del pecho. Para que el proceso sea gradual, lo que debes hacer es suprimir las tomas sin privar simultáneamente al bebé de tu presencia.
2. Colocarte sustancias desagradables
Untar los pezones con sustancias amargas o picantes maltrata al bebé. Por otra parte, esto no le hará dejar de desear el pecho, solo lo rechazará momentáneamente. Además, asociar ese sabor con su madre deteriora la percepción que el bebé tiene de ti.
3. Acortar las tomas de forma inadecuada
La leche varía su composición dentro de la misma toma. Por ello, mamar de los dos pechos de una manera breve hace que no se alimente al bebé con la leche más nutritiva. Si se van a hacer tomas más cortas, pasando, digamos, 10 minutos a 5, el bebé debe vaciar un pecho e iniciar la siguiente sesión con el otro.
4. Decirle que eso es de bebés
El niño debe interesarse naturalmente por otros tipos de comida o formas de alimentarse. Hacerlo sentir mal o inadecuado por querer el pecho o ridiculizar su conducta, no es respetuoso ni va a ayudar. Debe cambiar de forma gradual y cuando esté preparado.
Conclusión
El destete de un niño debe ser progresivo y natural. No debes permitir situaciones donde se fuerza la finalización, como una separación de varios días. El brindar alimentos mediante otras personas, como el padre o un abuelo, ayuda a desligar la idea de alimentarse del pecho de la madre.
No debes ofrecerle el pecho al bebé, pero tampoco negárselo. Hay que evitar situaciones de ansiedad y sustituir naturalmente las tomas por la ingesta de otra clase de alimentos. Estas son las mejores herramientas para lograr un proceso de destete sin traumas.